El Trabajo de Arbós gira en torno al espacio, la relación hombre-espacio, analizando el modo de aprehenderlo, pensarlo, representarlo, e interpretarlo.
Con lo arquitectónico como telón de fondo y mediante conceptos esenciales relacionados como construir, delimitar, habitar, etc., se estructuran unas propuestas que indagan e interrogan los límites que separa el espacio físico y vivencial del espacio mental, imaginario y abstracto, abriendo, de este modo, un diálogo relacional entre concepto y experiencia, entre realidad y representación, entre presencia y ausencia.
Se trata de un código constructivo y relacional que no busca representar, sino, más bien, presentar, generar un diálogo contextual, una sintaxis constructiva, que nos permita analizar las formas de representar el espacio a través de los códigos del arte, cuestionando, al tiempo, nuestro modo de leer e interpretar las imágenes y los signos.
Distintos lenguajes conforman la formalización de la obra utilizando, indistintamente, la pintura, la escultura, las maquetas, las intervenciones espaciales, la fotografía o, incluso, las publicaciones.